viernes, 29 de octubre de 2010

Las Palmas

Si creas un blog es para mantenerlo, si no, que dirán mis numerosos seguidores que esperan ansiosos el rememorar aquellos tiempos. Hoy quiero captar a algunos de aquellos que vivieron entre los años 1970 y 1980 en la hermosa ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y que es el periodo de tiempo en el que yo tuve la suerte de vivir allí. Allí tengo muy grandes amigos, allí tengo familiares y allí tengo parte de mi corazón, pero también allí dejé muchas novias que espero hoy sean felices esposas. Recuerdo en mis andanzas de veintiañero incipiente pisar lugares como la entonces de moda cafetería Derby, en la plaza de Santa Catalina del Puerto,  en su vocación por ser paso de gente extravagante, como la tan querida por todos Lolita Pluma (y sus gatos), a quien inmortalizó nuestro gran cantante canario Braulio en una de sus canciones. Muy cerca del Derby estaba el lugar de moda preferente en la noche joven grancanaria, la discoteca Saxo, pequeña pero de marcha arrolladora, se encontraba junto a un negocio no menos conocido de perritos calientes (Antes la preferencia eran los perritos, las hamburguesas no las recuerdo). Había otro lugar igualmente conocido muy cerca de Las Alcaravaneras aunque de otra clase, quizás más serio, como con caché, éste era el Tam-Tam, había mucha bebida cara, portero con gorra y cochazos de grandes marcas a la puerta, también con buena música aunque de estilo diferente. Otras discotecas de mucho gentío y ritmo, eran La Cacatúa, que era el furor en la noche de los jóvenes por el número de nórdicas, El Trébol, pequeña pero de gente pija de la capital, Barbarroja en los bajos del Hotel, creo que el Reina Cristina, junto a la playa de Las Canteras, elegante sala de baile y al cual se llegaba no sin antes de entrar o a su salida visitar la hermosa y moderna discoteca Lord Nelson de novedosa música marchosa, con el frente de su fachada trasera directamente volcado sobre el propio paseo de Las Canteras. No quiero olvidarme de la Discoteca Jerôme al final del Paseo Chil cerca de la plaza de la Victoria (hoy llamada Plaza de España) que por las tardes abría sus puertas para los tempraneros, ni de un Pub muy acogedor llamado Caballo Blanco.
Las Palmas en esos años era una ciudad cosmopolita en pleno apogeo turístico, con una oferta en locales de ocio muy amplia en los que yo tuve la suerte de dejarme parte de mi juventud disfrutando de una atmósfera de calidad humana muy sana.
Espero que alguien cuente alguna vivencia relacionada con esta época en Las Palmas y aporte nuevos detalles.
Hasta la próxima

lunes, 25 de octubre de 2010

Intenciones

Bueno, mi intención con este blog es captar afinidades, sensaciones respecto de lugares y de momentos vividos entre los años sesenta y los ochenta y pico, y por qué no, todo aquello que nos interese a los que ya somos por derecho adquirido, “ unos retros”.
Todos sabemos que en internet podemos encontrar de todo, bueno, todo no, por ejemplo, existe una cantante llamada Laris McLennon cuya canción “Confusion” para mí excelente, no se encuentra en toda la red, ni para escucharla ni descargarla. Estuvo en listas de éxitos en los años sesenta y no tengo ni idea qué pudo ser de ella.
Como decía, en internet podemos encontrar, dejémoslo en muchísimo y con ello tener una sapiencia cultural de altísimo nivel en dos clics de páginas. Eso es justo lo que me permite a mí, hombre de poca memoria, recordar en toda su magnitud a cantantes que escuché en su día con gran afán, y poder documentarme ahora de todo aquello que no supe entonces.
Los Catinos fue de los primeros grupos con que me inicié en la música moderna, cuando ya casi abandonaba a mis héroes favoritos: El Jabato, El Capitán Trueno y El Cosaco Verde. Canciones como Corazón loco, Isla de Wight y La Balada de Bonnie & Clyde, con los ritmos de sus músicas iban moldeando a los futuros bailones de las “discothekes
Hasta la próxima.   

Arranquemos


Hoy, un día cualquiera de esta historia no documentada de nuestras vidas, el 25 de octubre de 2010, arranca este blog que ni siquiera tenía pensado crear, pero ya que me decidí, puesto manos a la obra y con la incertidumbre de a qué tema dedicarle sus páginas, no sin titubeos, traje a mi memoria de pronto los tiempos tan felices de mi juventud, de los que guardo un baúl de hermosos recuerdos, ¡pues eso! ahí va este título que solo podrá tener sentido si es compartido con todos aquellos que de vosotros hayáis disfrutado ese periodo de tiempo.
Hasta pronto.