Si creas un blog es para mantenerlo, si no, que dirán mis numerosos seguidores que esperan ansiosos el rememorar aquellos tiempos. Hoy quiero captar a algunos de aquellos que vivieron entre los años 1970 y 1980 en la hermosa ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y que es el periodo de tiempo en el que yo tuve la suerte de vivir allí. Allí tengo muy grandes amigos, allí tengo familiares y allí tengo parte de mi corazón, pero también allí dejé muchas novias que espero hoy sean felices esposas. Recuerdo en mis andanzas de veintiañero incipiente pisar lugares como la entonces de moda cafetería Derby, en la plaza de Santa Catalina del Puerto, en su vocación por ser paso de gente extravagante, como la tan querida por todos Lolita Pluma (y sus gatos), a quien inmortalizó nuestro gran cantante canario Braulio en una de sus canciones. Muy cerca del Derby estaba el lugar de moda preferente en la noche joven grancanaria, la discoteca Saxo, pequeña pero de marcha arrolladora, se encontraba junto a un negocio no menos conocido de perritos calientes (Antes la preferencia eran los perritos, las hamburguesas no las recuerdo). Había otro lugar igualmente conocido muy cerca de Las Alcaravaneras aunque de otra clase, quizás más serio, como con caché, éste era el Tam-Tam, había mucha bebida cara, portero con gorra y cochazos de grandes marcas a la puerta, también con buena música aunque de estilo diferente. Otras discotecas de mucho gentío y ritmo, eran La Cacatúa, que era el furor en la noche de los jóvenes por el número de nórdicas, El Trébol, pequeña pero de gente pija de la capital, Barbarroja en los bajos del Hotel, creo que el Reina Cristina, junto a la playa de Las Canteras, elegante sala de baile y al cual se llegaba no sin antes de entrar o a su salida visitar la hermosa y moderna discoteca Lord Nelson de novedosa música marchosa, con el frente de su fachada trasera directamente volcado sobre el propio paseo de Las Canteras. No quiero olvidarme de la Discoteca Jerôme al final del Paseo Chil cerca de la plaza de la Victoria (hoy llamada Plaza de España) que por las tardes abría sus puertas para los tempraneros, ni de un Pub muy acogedor llamado Caballo Blanco.
Las Palmas en esos años era una ciudad cosmopolita en pleno apogeo turístico, con una oferta en locales de ocio muy amplia en los que yo tuve la suerte de dejarme parte de mi juventud disfrutando de una atmósfera de calidad humana muy sana.
Espero que alguien cuente alguna vivencia relacionada con esta época en Las Palmas y aporte nuevos detalles.
Hasta la próxima